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GAFAS DE SOL Y NIÑOS (04/05/2009)

El uso inadecuado de gafas de sol en niños puede producir ambliopía.
Información Oftalmológica, año 15, No.3, Mayo-Junio 2008.

Durante los tres o cuatro primeros años de vida el ojo está en fase de maduración. Es más, hasta los seis años de edad el ojo no eta completamente maduro desde el punto de vista fisiológico. El uso de gafas de sol antes de esa edad debe hacerse con mucho cuidado, ya que la exageración en su utilización puede provocar trastornos de la visión como la ambliopía, popularmente conocida como ojo vago.

“Si únicamente vamos a dar un paseo por el parque o vamos a estar sentados en una terraza, es mucho más conveniente utilizar la capota o la sombrilla del carrito que ya protegen al niño del sol sin perjudicarle la vista”, afirma Francisco Daza, Director del Instituto Varilux de Essilor. “El uso de gafas de sol en niños menores de seis años está indicado únicamente en los casos en que el niño padezca alguna afección como albinismo, aniridia, o alta sensibilidad al deslumbramiento”.

Fuera de estos casos, el uso de gafas de sol a edades tan tempranas sólo esta recomendado si el niño va ha pasar muchas horas al aire libre y muy expuesto a radiación solar, por ejemplo, en la playa o en la montaña, donde la reverberación del sol sobre el mar o la nieve puede ser muy dañina; y acostumbrarse a quitarle las gafas al niño al entrar en un espacio cerrado. Es fundamental elegir correctamente la lente que vamos a ponerle a nuestro hijo.

Hay que tener en cuenta que las lentes muy oscuras reducen la agudeza visual y que cualquier distorsión del color producida pr la lente puede tener consecuencias en su visión de cara al futuro. El filtro solar puede pasar de ser un protector a ser un ambliopizador.

Es necesario que el niño vea bien y vea protegido, por eso debemos tratar de mejorar el contraste para reducir el deslumbramiento. Para ello, las lentes más adecuadas son las de color gris, por ser las más neutras y las que menos variación al color provocan. Si optamos por llevar al niño a esquiar, debemos elegir un filtro amarillo o una lente polarizada que permite filtrar bien los azules y le garanticen la salud ocular. El mejor material para las lentes infantiles son las orgánicas, que son muy ligeras y por tanto muy cómodas. Además, es conveniente elegir unas lentes irrompibles que den seguridad frente a cualquier impacto.

La montura debe elegirse en función de cada niño; las monturas no deben ser muy grandes. Las monturas de pasta, caucho o materiales plásticos son las más adecuadas para los niños, ya que son deformables en caso de impacto, lo que evita riesgos de lesiones o heridas.


GAFAS DE SOL Y NIÑOS (04/05/2009)



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